martes, 9 de noviembre de 2010

En el Principio

Plaza de las cadenas nevada
“Al dar estas líneas a la publicidad no me propongo descubrir Illescas. Nada de eso. Más humilde aún, su móvil sólo tiene una mira fija: la de intentar, por todos los medios, se conserven los magníficos tesoros artísticos que aún existen y que de verdadera casualidad se han podido librar de la ignorancia de muchos, los descuidos de varios y la desidia de todos. ”

Alberto Aguilar Carmena, “Illescas. Notas histórico Artísticas” (Madrid. Hauser 1927)

 Mi afición por la historia y las cosas del pasado, me han llevado a poseer, documentos y publicaciones de  más de cien años, de esta manera me fui enterando poco a poco ,  de aquellos usos, tradiciones y costumbres, que encerraba este pueblo donde el destino tuvo a bien que naciese. Y que comúnmente entre los lugareños, se refieren a el como “Mi Pueblo”.

Con el devenir de los años, “Mi Pueblo” se ha ido convirtiendo poco a poco, en una “mini” ciudad dormitorio, en la que, numerosas y relucientes viviendas de nueva construcción, han sido cimentadas a lo largo y ancho de esta Villa, que según dicen los expertos, ya en la Carpetanía, se referían a ella, como Illarcuris (ciudad de Curetes).
Illescas Vista General

Cuando Alberto Aguilar Carmona, escribió su libro, no podría sospechar siquiera el Illescas actual, pero  ya tenía la certeza de que, aunque siempre  fué, una de las localidades donde el cúmulo de recuerdos históricos, sus joyas artísticas y su enclave estratégico entre la Ciudad Imperial de Toledo y la Villa de Madrid, le dieron nutrida fama entre Reyes, Artistas y escritores. El hecho es que toda su conservación y pureza artística han sido profanadas, deslucidas y enterradas sin ningún pudor por parte de los gobernantes y sin ninguna oposición por parte del pueblo.

 Ya pasaron al olvido, de nuestra memoria, las joyas de la iconografía como la Talla del Salvador del Mundo del siglo XIII desaparecida en la guerra civil o las tallas de los Cuatro Evangelistas atribuidas al Greco o a su hijo ( los historiadores no se ponen de acuerdo en este punto)  el cuadro  “Los Desposorios de la Virgen” que alguien expolió a finales del siglo XVIII, amén de otras muchas de las que no se tienen constancia y nunca fueron catalogadas o en su defecto lo fueron pero ya no queda vestigio alguno para seguirles la pista.

Como escribe Arturo Pérez Reverte, “cada uno tiene sus lugares, los amuebla con los libros leídos, con la imaginación y con la propia vida”. Que gran frase para recapacitar.
 En todo caso y usando este medio informático  quiero dar a conocer, no solo enclaves de Illescas ,desconocidos por muchos de sus habitantes, si no también rendir homenaje a todos los que alguna vez, sintieron la necesidad, de recopilar datos para transmitírselos a los demás.

Con la humildad de ser simplemente un alma nacida en Illescas, dedico este Blog, a todos los habitantes de “Mi Pueblo”.

Nevada 2010


No hay comentarios:

Publicar un comentario