viernes, 14 de marzo de 2014

El Greco…2014



Desde hace unos años gobernantes varios de Toledo y su Provincia han estado trabajando en un centenario especial, el de la conmemoración de la muerte de Doménikos Theotokópoulos más conocido como “el Greco”… este artista nos dejó una gran huella de su obra, por toda nuestra provincia, y si ya los toledanos, tenemos que estar orgullosos de nuestro patrimonio artístico y cultural, este gran pintor, nos da un valor añadido, a ese orgullo.
Siempre recuerdo en la Illescas de mi infancia, al bajar del colegio Martín Chico por la calle Real, a la altura de la plaza de las cadenas, ver aparcados  varios autobuses de viajeros (alemanes, ingleses…a veces japoneses) que en su viaje hacía Toledo paraban, para visitar los cinco Grecos que se conservan en el  Santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
Imagen de Lux Greco 2013
Con el tiempo y gracias a estos viajeros anónimos, empecé a interesarme por la pintura y por la figura del Greco, convirtiéndose así en uno de mis pintores preferidos.
Si algo siento de tener una escasa economía es el de no poder viajar lo suficiente, para visitar, museos y pinacotecas, donde se conservan estas magnificas obras, pero a la vez siento un gran privilegio por tener las mejores a  escasos km de mi hogar, ( en el caso de los cinco grecos de Illescas, a un paseo) .  A si que  aquí va mi pequeño y particular homenaje a la obra de este insigne artista, se que habrá muchísimos artículos referentes a el Greco, pero tengo la seguridad, de que ninguno, estará escrito, con el sentimiento y la admiración, que yo siento hacía este gran artista.

 Ruido y Fuego para el comienzo…
 Cuentan que la práctica de disparar fuegos artificiales en los eventos importantes se inició entre los años 960 y 1279 AC. Los chinos pensaban que los sonidos fuertes y los colores brillantes ahuyentaban los malos espíritus. Estoy segura de que cuando el Greco vivió en nuestra provincia, no existía aún esa tradición en España, al igual, que la de componer un concierto de campanas tal y como hizo Tchaikowsky.
Esta mezcla de fuegos artificiales, y concierto de campanas, es la que el pasado 18 de enero, se convirtió en una sinfonía de campanas, para el IV Centenario. El casco se colapsó de público en una noche que ya forma parte de la historia.
El valenciano Llorenç Barber demostró con gran maestría, que las creaciones con instrumentos minoritarios como las campanas, y el estruendo de la pólvora, gozan de la vigencia que el artista les quiso dar.

Espectacular vista de Toledo
 Tres cohetes y el espectáculo comenzó. El público abarrotaba las calles, del Casco Histórico para seguir la sinfonía de campanas, y asistir in situ a la inauguración de este importante evento. Al unísono y bajo la presión del cronómetro ,80 músicos divididos en los 17 campanarios interpretaron durante cerca de una hora la partitura del maestro Barber. Logrando así el objetivo principal, atracción turística y repercusión nacional.
 
El maestro Barber afinando las campanas...
 El maestro valenciano se concentró en el templo de San Román. La obra comenzaba “acelerando” para finalizar con una explosión musical “hasta la algarabía rabiosa”.
Y como el escribió el poeta Arturo Capdevila…Eran unas dulces claras notas finas, eran las campanas, de las Catalinas…Era un canto alado como de promesa eran las campanas de Santa Teresa…Era una voz docta diciendo un distingo. Eran las campanas de Santo Domingo…Era una voz mansa llamando al aprisco. Llamaban a misa las de San Francisco…Eran unas voces de amor hecho sed. A misa llamaban las de la Merced…Era una voz llena diciendo María. Eran las campanas de la Compañía…Eran otras notas de bronce y cristal con altos acentos ahuyentando el mal…A gloria diciendo con claro metal, Eran las campanas de la catedral!!!.


Una magnifica noche para echar al vuelo el sonido de estos preciosos instrumentos, festejando así el inicio de una serie de exposiciones y propuestas culturales que nos acercarán aún más a la figura de tan magnifico cretense.

Silbatos, clamores, y rumores percutieron junto a las campanas para terminar con un espectáculo de fuegos artificiales, que iluminó el mismo cielo que en tantas ocasiones pintó el Greco.


La sinfonía se sucedió mientras la emoción estallaba y los músicos se dejaban llevar por la vibración de las campanas. Mientras el Casco colapsado, calles llenas de público, toledanos y foráneos se sumaban en masa para dar la bienvenida al Año Greco. El IV Centenario se pintaba en el cielo con la paleta cromática de Doménikos Theotokópoulos. Verdes, amarillos, magentas y azules para el mismo cielo que el 7 de abril de 1614 se convirtió en testigo del fallecimiento de tan insigne personaje.

 Ahora casi tres meses después y aprovechando la coyuntura de la fiesta del día del Milagro que se celebra en Illescas el 11 de marzo, fecha lúgubre para los españoles desde hace 10 años y para los japoneses y el mundo en general en 2011 con el terrible Tsunamí que se llevó miles de vidas, una fiesta que en principio es solamente “religiosa” de dar gracias a la virgen, una fiesta de recogimiento, de estar con la familia y esas cosas, se a convertido año a año como todas las fiestas “religiosas” en un compendio de gentes vociferando, cohetes, algarabía y alcohol, los gobernantes locales, este año han querido darle un poco de “culturilla” superponiendo imágenes del Greco y su obra a los precarios y escasos fuegos artificiales, ( los recortes ya se sabe)…
Esta parte del cuadro de S. Ildefonso me fascina desde pequeña...
Tal vez el Greco como dicen los expertos, pintase una España lúgubre, austera, y puritana, bajo el yugo de la “Santa Inquisición” de la cual se libró el autor un poco “por los pelos” pero seguramente nunca hubiese imaginado, que en el recuerdo de su muerte se organizarían tantos actos culturales, ni se quemaría tanta pólvora en su honor.



Aprovechad que llega la primavera para visitar los museos, casa museo e iglesias donde se ubican muchas de sus mejores obras, En Illescas con los cinco grecos, En el Museo de Santa Cruz, con Cuadros venidos de todo el mundo, que normalmente no podemos admirar, En el museo del Prado, o en algunos de los demás pueblos de la provincia donde el Greco dejó su magnífica huella… es primavera, sale el sol apetece pasar el día descubriendo cultura…

Nuestros paisanos de Bargas también se suman a este aniversario