Desde
hace unos años gobernantes varios de Toledo y su Provincia han estado
trabajando en un centenario especial, el de la conmemoración de la muerte de
Doménikos Theotokópoulos más conocido como “el Greco”… este artista nos dejó
una gran huella de su obra, por toda nuestra provincia, y si ya los toledanos,
tenemos que estar orgullosos de nuestro patrimonio artístico y cultural, este
gran pintor, nos da un valor añadido, a ese orgullo.
Siempre
recuerdo en la Illescas de mi infancia, al bajar del colegio Martín Chico por
la calle Real, a la altura de la plaza de las cadenas, ver aparcados varios autobuses de viajeros (alemanes,
ingleses…a veces japoneses) que en su viaje hacía Toledo paraban, para visitar
los cinco Grecos que se conservan en el
Santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
Imagen de Lux Greco 2013 |
Con el
tiempo y gracias a estos viajeros anónimos, empecé a interesarme por la pintura
y por la figura del Greco, convirtiéndose así en uno de mis pintores
preferidos.
Si algo
siento de tener una escasa economía es el de no poder viajar lo suficiente,
para visitar, museos y pinacotecas, donde se conservan estas magnificas obras,
pero a la vez siento un gran privilegio por tener las mejores a escasos km de mi hogar, ( en el caso de los
cinco grecos de Illescas, a un paseo) .
A si que aquí va mi pequeño y
particular homenaje a la obra de este insigne artista, se que habrá muchísimos
artículos referentes a el Greco, pero tengo la seguridad, de que ninguno,
estará escrito, con el sentimiento y la admiración, que yo siento hacía este
gran artista.
Ruido y
Fuego para el comienzo…
Cuentan
que la práctica de disparar fuegos artificiales en los eventos importantes se
inició entre los años 960 y 1279
AC . Los chinos pensaban que los sonidos fuertes y los
colores brillantes ahuyentaban los malos espíritus. Estoy segura de que cuando
el Greco vivió en nuestra provincia, no existía aún esa tradición en España, al
igual, que la de componer un concierto de campanas tal y como hizo Tchaikowsky.
Esta
mezcla de fuegos artificiales, y concierto de campanas, es la que el pasado 18
de enero, se convirtió en una sinfonía de campanas, para el IV Centenario. El
casco se colapsó de público en una noche que ya forma parte de la historia.
El
valenciano Llorenç Barber demostró con gran maestría, que las creaciones con
instrumentos minoritarios como las campanas, y el estruendo de la pólvora,
gozan de la vigencia que el artista les quiso dar.
Espectacular vista de Toledo |
Tres
cohetes y el espectáculo comenzó. El público abarrotaba las calles, del Casco
Histórico para seguir la sinfonía de campanas, y asistir in situ a la
inauguración de este importante evento. Al unísono y bajo la presión del
cronómetro ,80 músicos divididos en los 17 campanarios interpretaron durante
cerca de una hora la partitura del maestro Barber. Logrando así el objetivo
principal, atracción turística y repercusión nacional.
El
maestro valenciano se concentró en el templo de San Román. La obra comenzaba
“acelerando” para finalizar con una explosión musical “hasta la algarabía
rabiosa”.
Y como el
escribió el poeta Arturo Capdevila…Eran unas dulces claras notas finas, eran
las campanas, de las Catalinas…Era un canto alado como de promesa eran las
campanas de Santa Teresa…Era una voz docta diciendo un distingo. Eran las
campanas de Santo Domingo…Era una voz mansa llamando al aprisco. Llamaban a
misa las de San Francisco…Eran unas voces de amor hecho sed. A misa llamaban
las de la Merced…Era una voz llena diciendo María. Eran las campanas de la
Compañía…Eran otras notas de bronce y cristal con altos acentos ahuyentando el
mal…A gloria diciendo con claro metal, Eran las campanas de la catedral!!!.
Una
magnifica noche para echar al vuelo el sonido de estos preciosos instrumentos,
festejando así el inicio de una serie de exposiciones y propuestas culturales
que nos acercarán aún más a la figura de tan magnifico cretense.
Silbatos,
clamores, y rumores percutieron junto a las campanas para terminar con un
espectáculo de fuegos artificiales, que iluminó el mismo cielo que en tantas
ocasiones pintó el Greco.
La
sinfonía se sucedió mientras la emoción estallaba y los músicos se dejaban
llevar por la vibración de las campanas. Mientras el Casco colapsado, calles
llenas de público, toledanos y foráneos se sumaban en masa para dar la
bienvenida al Año Greco. El IV Centenario se pintaba en el cielo con la paleta
cromática de Doménikos Theotokópoulos. Verdes, amarillos, magentas y azules
para el mismo cielo que el 7 de abril de 1614 se convirtió en testigo del
fallecimiento de tan insigne personaje.
Ahora
casi tres meses después y aprovechando la coyuntura de la fiesta del día del
Milagro que se celebra en Illescas el 11 de marzo, fecha lúgubre para los
españoles desde hace 10 años y para los japoneses y el mundo en general en 2011
con el terrible Tsunamí que se llevó miles de vidas, una fiesta que en
principio es solamente “religiosa” de dar gracias a la virgen, una fiesta de recogimiento, de estar con la familia y esas cosas, se a convertido
año a año como todas las fiestas “religiosas” en un compendio de gentes
vociferando, cohetes, algarabía y alcohol, los gobernantes locales, este año han querido darle un poco de
“culturilla” superponiendo imágenes del Greco y su obra a los precarios y
escasos fuegos artificiales, ( los recortes ya se sabe)…
Esta parte del cuadro de S. Ildefonso me fascina desde pequeña... |
Tal vez
el Greco como dicen los expertos, pintase una España lúgubre, austera, y
puritana, bajo el yugo de la “Santa Inquisición” de la cual se libró el autor
un poco “por los pelos” pero seguramente nunca hubiese imaginado, que en el
recuerdo de su muerte se organizarían tantos actos culturales, ni se quemaría
tanta pólvora en su honor.
Aprovechad
que llega la primavera para visitar los museos, casa museo e iglesias donde se ubican
muchas de sus mejores obras, En Illescas con los cinco grecos, En el Museo de
Santa Cruz, con Cuadros venidos de todo el mundo, que normalmente no podemos
admirar, En el museo del Prado, o en algunos de los demás pueblos de la
provincia donde el Greco dejó su magnífica huella… es primavera, sale el sol
apetece pasar el día descubriendo cultura…
Gracias Jota, estoy emocionada leyendo tu entrada Ya sabía que era el centenario pero lo que cuentas del concierto de campanas tuvo que ser algo increible y para no olvidar.
ResponderEliminarSiempre me a maravillado las manos en todas las pinturas del Greco,
gracias de nuebo por tu narracion, y disfruta tu que puedes de esas maravillosas obras.
un abrazo...
¡Qué bonito lo que nos cuentas!
ResponderEliminarHe estado de visita en Toledo y
me parece una ciudad con un
encanto, y si encima disfrutas
de la obra del Greco.Impresionante
"El entierro del Conde de Orgaz"
Besos.
Chary :)
Amiga Jota; si hubiese sabido tu admiración por "Domingo el Griego", y dada la admiración y respeto que me inspiras, quizás no hubiese llevado a nuestro blog el pasado 22 de Febrero un artículo del catedrático de Historia Fernando Marías, en el que no trata demasiado bien a nuestro personaje, y que precisamente por esta inusual opinión llamó mi atención. Lo siento Jota.
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